Viajar siempre es una de las mejores formas de gastar nuestro tiempo y dinero. Salir de la rutina, cortar con todo lo que tenemos en casa por unos días y olvidarnos del trabajo, de los horarios, de las prisas, para conocer nuevos lugares. Salir de viaje, incluso siendo para una breve escapada de fin de semana, siempre resulta satisfactorio, más aún si lo hacemos con los amigos. En los últimos años, las escapadas por toda Europa se han vuelto muy populares gracias a la bajada en los precios de los vuelos. Las empresas de aerolíneas low cost nos han permitido viajar a París, Roma, Berlín o Londres por el mismo precio que cuesta quedarse un fin de semana en España, y esto ha abierto los horizontes viajeros de muchos. Pero no hace falta ir tan lejos para pasarlo en grande entre amigos. Nuestro propio país cuenta con numerosas atracciones turísticas, y otras que son… peculiares.
Seguir una ruta es una de las formas más habituales de viajar por distintas ciudades o por una región concreta. El Camino de Santiago no deja de ser una ruta, o una serie de ellas, que tienen como objetivo común llegar a la tumba del apóstol, en la Catedral de Compostela. Famosas se hicieron también las rutas de la Movida y la del Bakalao hace tan solo unas décadas. Eran recorridos que unían locales de moda y discotecas donde se podía estar de fiesta durante toda la noche. Tiempos más intensos para una generación que también tenía un especial cariño a los burdeles, entendiéndolos como otro lugar de ocio más. Hay chicos que se van de copas por varios locales, o incluso diferentes discotecas. ¿Por qué no hacer una escapada en la que el sexo sea el protagonista? Tampoco es algo novedoso, ya que muchos grupos de amigos lo han probado antes, y todos afirman haber vivido una de las experiencias más increíbles de su vida. Aquí te dejamos todos los destalles, por si tú también quieres lanzarte a la carretera y disfrutar de un finde de sexo junto a tus amigos, aunque no directamente con ellos, claro…
El sexo como diversión entre amigos
Para los chicos jóvenes, el sexo es un tema de conversación recurrente. De hecho, casi nunca hay tabú a la hora de hablar sobre sexo entre los amigos. El sentimiento de compartir las experiencias con los demás nace de forma natural, porque queremos saberlo todo sobre eso que va a ser tan importante en nuestras vidas. Queremos conocer los secretos del placer, incluso a veces enorgullecernos de los logros conseguidos con las chicas. Con unas cuantas cervezas por delante, el tema de conversación suele ser el sexo, y no escatimamos en detalles, así qué… ¿Qué nos impide convertirlo también en el centro de nuestras vacaciones? Un viaje corto per intenso, con nuestros amigos en un coche, a la caza de los mejores burdeles de la zona. ¿Suena bien, verdad?
Rutas conocidas
Pero, ¿dónde encontramos esas rutas? Como seguramente ya sabrás, e incluso habrás podido comprobar por ti mismo, España es un país lleno de prostíbulos. Los hay de todo tipo, y algunos están incluso en el centro de las ciudades, pero lo habitual es llegar a ellos en los pueblos o carreteras. Estas vías unen varios clubs de alterne, fácilmente reconocibles por sus nombres y, cuando es de noche, por su intensa iluminación. Lo mejor de todo es que no tardaremos en encontrar varios de ellos, viajemos por donde viajemos. Salir de Oviedo y recorrer carreteras secundarias hasta Lugo nos permitirá encontrarnos con varios puticlubs de buena fama. La zona entre Valencia y Castellón también tiene una buena ruta de prostíbulos, casi como haciendo el relevo a la del Bakalao de antaño. En Andalucía, las zonas de Interior están llenas de ellos. Se puede hacer un viaje Córdoba-Madrid en cuatro horas, pero podemos alargarlo varios días si vamos parando en estos lugares ociosos.
Las rutas nacionales también incluyen la zona de Cuenta, la de Barcelona o la de los polígonos de Madrid, escapadas que podemos hacer desde grandes ciudades en cuestión de minutos. Pero si queremos pensar a lo grande y ampliar horizonte, tal vez no esté mal echar un vistazo al extranjero, ¿verdad? Una escapada de fin de semana a Ámsterdam, capital mundial del vicio y el sexo, es hoy por hoy una de las mejores alternativas para un viaje de este tipo con los amigos. Puede resultar algo más costoso, pero la experiencia de ir a la capital holandesa y descubrir su barrio Rojo junto a los colegas bien vale la pena. El turismo sexual también se ha extendido mucho en el Caribe, en lugares como República Dominicana o Cuba, aunque ya estamos hablando de un viaje mucho más preparado y caro. Sin embargo, el exotismo de estos lugares, en combinación con la sensualidad de sus mujeres, los convierte en destinos perfectos para los grupos de amigos.
¿Vale la pena emprender un viaje de este tipo?
La gente viaja por todos los motivos que se nos puedan ocurrir. Para desconectar y descansar de la gran ciudad. Para conocer grandes ciudades atestadas de gente, por su cultura y sus compras. Tambin para acudir a espectáculos como musicales, conciertos o incluso partidos de fútbol. Para sacarse fotos en lugares emblemáticos con las que dar envidia al resto del mundo en las redes sociales… ¿Por qué no incluir también el sexo entre esos motivos para viajar? Al fin y al cabo es algo que nos encanta, y probarlo “fuera de casa” puede ser muy interesante. De hecho, en ocasiones suele ser una mejor alternativa si nos gusta ir a burdeles, ya que estaremos lejos de nuestra zona y la discreción aumentará notablemente para evitar que alguien nos pueda reconocer. Así que nosotros afirmamos que sí que vale mucho la pena hacer este tipo de viajes, sobre todo con amigos.
Mejor con amigos
Podemos coger el coche y hacernos los kilómetros por nuestra cuenta, por supuesto, pero lo realmente ideal es conseguir convencer a los colegas para que se apunten. No hay que obligarles, claro está, y cada uno será responsable de sus actos y su dinero, pero este tipo de escapadas son muy especiales entre amigos. Incluso los que tienen pareja o están casados pueden apuntarse sin problemas, siempre que todos guarden el secreto., Y es que lo que pasa en estos viajes se queda en estos viajes, y esa debe ser una regla inviolable a la hora de hacer estas escapadas. La diversión de poder comparar cómo nos ha ido, el disfrutar de la buena compañía de los amigos en estos lugares, incluso el sentirnos más arropados en ellos… Sin duda, la experiencia gana mucho cuando se realiza en grupo, y se puede convertir en algo realmente inolvidable.