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Blockchain: tecnología que transformará nuestra economía

publicado en: Mundo Tech

La cadena de bloques o blockchain no es más que una inmensa base de datos que se distribuye entre varios participantes o nodos, que a su vez representa un registro inmutable de acontecimientos digitales y que contiene la historia completa de las transacciones que se ejecutan en la red. De esta forma, el blockchain es una tecnología que permite la realización de cualquier tipo de transacción entre dos o más personas, a través de Internet, de una forma confiable y segura.

Muchos expertos dicen que puede posibilitar el salto del llamado Internet de la información al Internet del valor, y uno de los primeros usos que se le ha dado a esta tecnología son las criptomonedas, que están repercutiendo al sector financiero, por lo que se perfila como una herramienta que revolucionará nuestra economía. Los especialistas en esta materia también aseguran que puede aplicarse a cualquier transacción que requiera de una verificación.

Entérate del funcionamiento de la tecnología de contabilidad distribuida

La tecnología de contabilidad distribuida permite la realización de transacciones de forma directa y sin necesidad de que éstas pasen por intermediarios. De esta forma cada nodo guarda una copia de cada libro mayor con los detalles de la operación y cada uno de los bloques se enlazan como eslabones de una cadena, de manera de que si se produjese un cambio no autorizado, se notificaría a cada participante. Cada uno de los bloques contiene un conjunto de transacciones confirmadas, estos bloques cuentan con códigos alfanuméricos que les permite conectarse a la cadena y que son verificados por “mineros” al resolver ciertos acertijos matemáticos. Esto hace que el blockchain garantice registros válidos e inalterables.

¿Transacciones de dinero sin intermediarios? Es posible gracias al blockchain

Imaginemos que una persona A desea transferir 100 euros a una persona B. Actualmente A debe requerir a su banco que retire de su cuenta el dinero y lo transfiera a la cuenta de B, durante esta transacción el banco ejerce como intermediario y ambas personas dependen de éste para realizar dicha gestión. Con la tecnología blockchain se eliminan los intermediarios permitiendo el control del proceso a los interesados. De esta forma A y B formarán parte de un gran grupo de nodos que se encargarán de comprobar automáticamente de que A posea la cantidad de dinero a transferir; luego de apuntar la operación ésta pasaría a formar parte de un bloque en la cadena, hasta llegar a validarse para que finalmente el dinero llegue a B.

Cadena de bloques: su potencialidad y su futuro

El blockchain es una tecnología que cuenta con un enorme potencial, y es que, a pesar de estar íntimamente relacionada con las criptomonedas puede hacerse un hueco en sectores muy variados como el de las telecomunicaciones, la energía, los medios de comunicación, entre otros.

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La tecnología de contabilidad distribuida permite la realización de transacciones de forma directa y sin necesidad de que éstas pasen por intermediarios.

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Una de las transacciones que ya se están poniendo a prueba son los contratos inteligentes, con los que se podrá confiar a una red distribuida la confirmación de cualquier contrato sin revelar ningún tipo de información confidencial o la naturaleza de la transacción.

Descubre otras aplicaciones en las que podría estar presente la tecnología blockchain

Los servicios de almacenamiento en la nube como Dropbox se ofrecen de una forma centralizada, de manera que éste podría ser uno de los servicios que permitirán el uso de una red distribuida para aumentar la seguridad y hacer menos dependiente este servicio, como ya lo está haciendo Google. Otra de las aplicaciones de esta tecnología es la de poder marcar con un huella digital a casi cualquier objeto para conocer su ciclo de vida dentro de una cadena de suministro, y finalizamos con un uso que podría cambiar uno de los derechos fundamentales de los humanos, y es que, el blockchain permitiría un sistema de voto electrónico en el que las identidades de los votantes estén protegidas, sean infalsificables y que represente unas elecciones con un coste muy bajo.